Educación Reproductiva en La Comunidad Agrícola. Por Ulysses Cázares

    A pesar de ser sumamente importante e información facilitada en comunidades industrializadas, la educación sexual es casi nula sino es que completamente ausente. Abundantemente, reportajes y estudios antropológicos hacen referencia a la escasez de educación reproductiva como tal no solamente para trabajadores agrícolas, pero incluso para comunidades indígenas y para grupos migratorios. 

    Existen varios factores predominantes en la ausencia de información sexual en los trabajadores agrícolas y en las comunidades indígenas y migrantes, entre ellos, la vida social enfocada en el ambiente laboral y la falta de oportunidades educativas tantas académicas, investigativas, y del tema sexual formalmente como tal. Generalmente, estas comunidades se encuentran más ruralmente ubicadas y poseen tendencias culturales más tradicionales, cuyas creencias no autorizan el libre albedrío para hablar y expresarse sexualmente durante el desarrollo infantil y adolescente. En un mundo en donde el día a día está enfocado en salir adelante, trabajar, y suplir las necesidades del hogar, se tiende a sacrificar la educación formal, el tiempo constructivo y didáctico en familia, y las aspiraciones profesionales, y no necesariamente por decisión propia, sino por prioridades centradas en la supervivencia. La educación reproductiva y escolar no son imprescindibles cuando hay bocas que alimentar y un techo que mantener. Y aunque estos aspectos socioculturales son fundamentales para el desarrollo y para aprender lo que implica la intimidad y las consecuencias de las relaciones íntimas, tanto venéreas como gestacionales, no se la otorga la importancia ni el tiempo que merita por exigencias económicas y laborales. Al contrario, se crece y vive en un entorno en donde la vida se centra mayormente en trabajar y en donde lo ajeno al trabajo es un lujo no permitido…